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Estándares de excelencia: selección y capacitación de tripulantes de Paranair

El proceso de selección y formación de tripulantes en Paranair es riguroso e integral, orientado a …

Desde la diferenciación entre tripulantes de cabina y pilotos, la compañía establece requisitos técnicos y humanos específicos. Robert M. Gutiérrez, gerente de Operaciones de Paranair, nos explica de qué manera se lleva a cabo este proceso para asegurar que cada miembro del equipo se adapte a un entorno aeronáutico moderno y exigente.

¿Podría explicar el proceso de selección de tripulantes en su área y cuáles son los criterios y competencias clave que se evalúan durante este proceso?

Si bien la tripulación es un equipo, desde el punto de vista técnico se divide en dos áreas. Por un lado, están los tripulantes de cabina (TCP’s) y, por el otro, los tripulantes de vuelo.

La tripulación de cabina, en las aeronaves de nuestra flota, puede componerse de uno o dos miembros, dependiendo de los requerimientos comerciales. La tripulación de vuelo mínima en cabina de mando es de dos pilotos. Uno de ellos será el piloto y el otro, el copiloto.

Un aviador con el grado de capitán podrá desempeñarse tanto como piloto, como así también como copiloto. Aunque un Primer Oficial sólo podrá desenvolverse como copiloto, hasta que la experiencia le permita obtener los entrenamientos adecuados para ascender y obtener las habilitaciones de capitán.

Los requisitos mínimos para un tripulante de cabina suelen publicarse en las redes sociales. Deben ser de nacionalidad paraguaya, dominar con fluidez el idioma castellano y el inglés. Sin importar el género y sin tratarse de requisitos excluyentes, se procura que los candidatos o candidatas tengan experiencia en atención al cliente, estudios terciarios y experiencia en otros idiomas diferentes a los mencionados anteriormente.

Para el caso de los postulantes a Capitanes y Primeros Oficiales, es necesario que ostenten las habilitaciones de vuelo exigidas por la autoridad aeronáutica civil de Paraguay, como requisito mínimo indispensable. Para el caso de los Primeros Oficiales se requiere, como mínimo, una licencia de Piloto Comercial, habilitación de vuelo por instrumentos, habilitación en aviones multimotor y un manejo fluido de las lenguas castellana e inglesa.

Inicialmente, a todos los precandidatos, tanto pilotos como tripulantes de cabina, se les invita a una reunión general donde se les brinda una introducción a la compañía y se expone sobre el valor humano de nuestros colaboradores.

Los Tripulantes de cabina realizarán diferentes ejercicios de roles (role play), tanto en castellano como en inglés, y luego pasarán a entrevistas individuales con personal idóneo de la compañía.

En el caso de los pilotos, deberán aprobar un examen de Piloto de Línea Aérea (ATP, por sus siglas en inglés).
Aquellos que obtengan una calificación satisfactoria deberán desempeñarse en un simulador de vuelo para demostrar sus habilidades y conocimientos técnicos.

Una vez culminados los procesos, tanto tripulantes de cabina como pilotos, serán evaluados en sus aspectos psicotécnicos.

Será el Comité Operacional, integrado por los responsables de cada área técnica de la empresa, quien realizará una evaluación exhaustiva de cada candidato, para emitir un orden de precedencia en la incorporación de los nuevos tripulantes a integrar el colectivo de tripulantes de Paranair.

Tanto a pilotos como a tripulantes de cabina, se les invita a una reunión general donde se les brinda una introducción a la compañía y se expone sobre el valor humano de nuestros colaboradores.

¿Qué tipo de capacitaciones se imparten a los nuevos tripulantes y con qué frecuencia se actualizan?

Para el caso de los Tripulantes de Cabina se trata de un curso inicial con una carga curricular de más de 200 horas, y algunas de ellas son:

  • Medicina aeronáutica y primeros auxilios.
  • Normativa aeronáutica.
  • Equipos de emergencia.
  • Prácticas en situaciones de emergencia.
  • Gerenciamiento de los Recursos de Cabina (CRM).

En el caso de los pilotos, una vez reciben sus cursos teóricos iniciales, viajan al centro de entrenamiento CAE en Madrid, donde reciben entrenamiento en simuladores de vuelo. Esta etapa de instrucción abarca todo el espectro del entrenamiento práctico que debe recibir el piloto, para que la adaptación al avión real sea una transición armoniosa.

El simulador de vuelo en CAE es del Tipo D. Esto significa que se trata de una réplica exacta de la aeronave a volar y representaciones gráficas de altísima definición del ambiente exterior al avión. Allí se puede simular situaciones de emergencia que, en un vuelo regular, no se podrían realizar como prácticas, dada la alta complejidad. Un ejemplo de ello puede ser una falla de motor, donde sólo en un entorno controlado y seguro se podría llevar a cabo..

¿Cómo se refuerza el aspecto de la seguridad del vuelo desde el proceso de selección hasta la formación continua de la tripulación?

La instrucción y el entrenamiento de los tripulantes es un “órgano vivo”. Constantemente se están realizando cursos “recurrentes”, amparados en la normativa obligatoria y en las necesidades reales y específicas de la empresa a fin de mantener a las tripulaciones entrenadas durante todo el año.

En el caso de los pilotos, específicamente, cada seis meses viajan nuevamente al Centro de Entrenamiento CAE en Madrid, para practicar fallas y situaciones anormales. A su vez, reciben clases teóricas recurrentes en diferentes áreas de conocimiento, durante todo el año.

Los tripulantes de cabina realizan sus entrenamientos recurrentes anuales que incluyen prácticas reales en la aeronave en tierra, contando con el apoyo de médicos, personal especializado en lucha contra incendios, etc. Aquí se repasan todos los procedimientos, en cumplimiento con las exigencias de la autoridad aeronáutica e IOSA.

¿Qué mecanismos de evaluación se utilizan para garantizar que los tripulantes mantengan altos estándares de seguridad en sus funciones?

Aparte del riguroso entrenamiento, al que están normalmente expuestos los tripulantes, existen los roles de “instructores de vuelo”, “inspectores de vuelo” y “supervisores en línea” que aseguran la constante estandarización de los procedimientos y la correcta ejecución de los mismos.

A su vez, la autoridad de la aeronáutica civil, a través de sus programas de vigilancia, realiza inspecciones esporádicas a fin de asegurar que nuestra compañía cumple con la normativa y procedimientos vigentes.
El interés está enfocado en que todos los tripulantes se encuentren al día en sus capacitaciones obligatorias, chequeos médicos al día.

Cabe mencionar que Paranair está certificada IOSA (IATA Operational Safety Audit). Se trata de una auditoría y certificación que exige los estándares más altos de la industria, y que, a su vez, permite la posibilidad de generar códigos compartidos y acuerdos con las aerolíneas de mayor renombre de la industria aeronáutica.

¿Podría detallar la normativa vigente que establece los límites de horas para volar o estar activos, y cómo influye esta legislación en la planificación de los turnos y la gestión de la tripulación?

Si bien nuestras tripulaciones y la organización que las rige cumplen con toda la normativa vigente, la regulación aeronáutica con la que se interactúa más asiduamente es el Reglamento 121 (Reglamento de Operaciones), emitido y actualizado por la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil. En su capítulo N se establece la “Gestión de Fatiga”, tanto para tripulantes de vuelo, como así también para tripulantes de cabina. Allí se definen y enuncian las limitaciones de tiempo en que un tripulante puede estar volando, recibir sus clases teóricas, impartir clases teóricas, etc. Por ende, también se establecen los tiempos de servicio y de descanso obligatorios.

Estos reglamentos están publicados en la página oficial de la DINAC y son de acceso libre para todo el público.

¿Cómo se coordinan y controlan las horas de vuelo y actividad para cumplir con esta normativa y garantizar la seguridad operativa?

Toda esta programación previa y ejecución es llevada a cabo por un centro especializado que se denomina Centro de Control Operacional (CCO). Dicho centro utiliza un programa avanzado denominado AIMS, que recibe toda la información de los “status” de vuelo y genera alarmas cuando una norma está siendo infringida. El CCO se encuentra en operación desde antes de la presentación del primer tripulante a desempeñar su actividad de vuelo hasta después de haber aterrizado el último avión del día.

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Last modified: 23 de abril de 2025
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